Las pruebas A/B de correo electrónico (también conocidas como split testing) miden la tasa de respuesta a distintas variaciones del mismo correo electrónico. Múltiples variaciones de un correo electrónico se envían a un pequeño grupo de destinatarios finales para medir las aperturas y los clics; esto ayuda a decidir qué versión usar para una campaña de correo electrónico más grande.